SONORAMA 2018 – SÁBADO

SONORAMA 2018 – SÁBADO

Madre del amor el cansancio que llevaba encima el sábado por la mañana. Me dolían los brazos y las piernas y creía que no iba a ser capaz ni de sujetar la cámara. Quería darme una ducha eterna y luego volverme a dormir, pero tocaban Salto en la Plaza del Trigo y perdérselo era imperdonable.
Bárbara Téllez (@BbEmergentes)

SONORAMA 2018 – SÁBADO

Si habéis leído las otras crónicas del Sonorama ya me habéis visto el plumero, así que no os extrañará que mi lado pureta me empujara fuera de casa sin margen para negociar. ¡Cómo suena Salto! ¡Qué músicos, qué gozada de solos y de ritmos y de todo! Todas las crónicas de Sonorama de este año llevan una confesión, y aquí va la de hoy: El primer músico al que empecé a seguir y con el que me empecé a fijar en los detalles que hacen grande la música en directo fue Gabi Planas. En aquella época era el profe de batería de uno de mis mejores amigos y su banda Inanout fue la primera banda emergente de la que me enamoré y a la que empecé a seguir por las salas de Madrid. Ahí es nada. Gracias, Gabi!! Y, por cierto, avísame cuando presentes tu disco, que quiero ir a verte 😀 ( Y lo hice!! Lee la crónica del concierto de Gabi Planas!)

Volviendo al concierto tengo que decir que, por mucho que me guste Gabi, también me gustó que subiera Lete G. Moreno (antiguo batería de Salto) a colaborar a la percu. Escucharle siempre es un placer, pero además tenía la espinita de que en el concierto de Stanich el escenario era tan alto que no se le pueden echar fotos al batería. Llamadme fotógrafa compulsiva, pero me gusta tener al menos una foto de todos los músicos, especialmente si son colegas.

Andaba por allí Inés Collarte (Entrebotones) y me recomendó que me quedara a Claim. Qué mujer tan sabia, da gusto hacerle caso. Los Claim desplegaron un repertorio lleno de buen rollo y nos pusieron a todos a bailar como locos.

Gracias a Inés me había quedado a cotillear, pero quería ver a los Dead Bronco y cuando los Yogures de coco (que también andaban por allí) dijeron que iban a verlos salí corriendo a la Plaza de la Sal con ellos. Necesitaba gozármelo con un poco más de rudeza y envolverme en un poco de oscuridad, que también apetece, y me dejé conquistar por la combinación pesada y potente del contrabajo y la batería con la ligereza del banjo. Tremendos.

Vuelta al Trigo para el desparrame absoluto de Carolina Durante, que prácticamente electrocutó toda la plaza con su energía desbordante, y para la sorpresa del sábado: Lori Meyers. Tremendo lo que liaron. Hubo bastante retraso y la Plaza de Santa Catalina queda algo lejos del Trigo, así que de nuevo volví a perderme un imprescindible. Le debo a Mario Morante (y a la banda, que son unos cracks) una crónica hace mucho. Espero poder zanjarlo pronto.

La mañana me había dejado destrozada, pero tenía citas en el recinto y tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para salir de casa. Abrían la tarde Mi capitán, otra de estas propuestas de las que te hablan súper bien y cuando vas a verlos resulta que la banda es una combinación de los músicos de tus bandas favoritas. Qué voy a decir, si son una pasada. Así suenan.

No me pude quedar hasta el final porque quería pasarme por Jaime Buenaventura. Conocí a parte de su equipo la noche anterior y habíamos hecho buenas migas, así que quería apoyarlos. Resulta que además Jaime y yo tenemos amigos en común, así que la próxima vez que le vea tendré que acercarme a darle dos besos y a preguntarle qué tal en el Revo (xD).

El caso es que su propuesta es alegre, precisa  y divertida, sus canciones son pegadizas y me lo pasé muy bien. Al principio había poca gente (se ve que no era la única a la que le pesaban los 3 días de parranda) pero los que iban entrando al recinto se iban a acumulando a curiosear y acababan bailando como un fan más.

Después de Jaime crucé el recinto corriendo para ver a Maga, que hicieron gala de una clase y una sensibilidad de aúpa, y vuelta otra vez al otro extremo porque empezaban Sidecars. Qué os voy a contar. La letra y los solos se intercalaban creando un amasijo de emociones que nos hacían vibrar entre la calma y la euforia, dejando a su paso toques de picardía, de desenfreno y de ternura.

En festivales hay que tener cuidado de no entrar en una dinámica que no mola nada, y es quedarte con ganas de disfrutar más los conciertos. En Sonorama todo se solapa y corres como un gamo entre la gente. Lo haces hasta arriba de adrenalina, pero cuando se pasa todo piensas: ¿por qué no recuerdo casi nada de este concierto? Maaaaaaal! Tienes prisa y estás muy cansado, pero hay que intentar no olvidarse de disfrutar, que al fin y al cabo es a lo que has ido.

Tienes prisa y estás muy cansado, pero hay que intentar no olvidarse de disfrutar, que al fin y al cabo es a lo que has ido.

Pues yo disfruto muchísimo cantando, pero sé que realmente he disfrutado el concierto cuando recuerdo las caras de la gente (músicos y público) que hay por allí. Por eso cuando pienso en el concierto de Sidecars recuerdo las caras de gozor máximo de Pere Mallen y Sergio Valdehita. No los nombré cuando hablé de Tu otra bonita ni de Salto porque no me quería enredar, pero se me acaban las oportunidades y tengo que decirlo: Soy muy fan. Ala, ya está dicho.

Hablando de ser fan y dejando a un lado las coñitas con la canción de Sidecars, me fui volando a ver a Xoel López. No puedo explicar lo mucho que me gusta Xoel. A priori diría no es mi rollo, pero a quién le importan los rollos cuando tienes delante semejante banda y semejantes temas. Y a Xoel. ¿Qué tiene Xoel que me gusta tanto? No lo sé, pero lo quiero abrazar y darle las gracias. Quiero cantarle esos “pa, pa, pa…” y “uh, ah” como una descosida (no le busquéis explicación a esto, yo me entiendo)

El caso es que no me quería ir del concierto de Xoel, pero cruzar Sonorama no es fácil y menos cuando se avecina el turno de Izal. Joder con Izal! Vibraba hasta el suelo cuando la gente saltaba. Tú quieres saltar pero no puedes quitarles los ojos de encima y al final saltas y miras y cantas y te ríes porque no puedes hacerlo todo a la vez. Enorme.

Después de aquello estaba rendida y sólo podía pensar en que me tenía que recuperar para Vintage Trouble. Creo que esto ya lo he comentado, pero eso de que Sonorama es muy Indie es sólo verdad en parte, y que conste que lo considero algo muy positivo. No todo en la vida es Pop/Rock y me alegra que un festival de primera línea tenga huecos privilegiados para otros estilos. Este año ha habido poco Soul, pero el que ha habido… tela! Me pasé todo el finde hablando de los Vintage y cuando estaba esperando en el foso me temblaban hasta las manos.

Vintage Trouble… Tenía que gestionarme para no distraerme de las fotos, que sólo tenía 3 temas y Ty Taylor se mueve como una lagartija. Los californianos conquistaron un Sonorama que no se los esperaba. Creo que muy poca gente era consciente de lo que se nos venía encima. De la energía y el ritmazo de una banda capitaneada por uno de los frontman más potentes que he visto. Ty no defraudó y animó a un público que olvidó por completo el cansancio. Se subió a la valla, a los andamios del escenario, se metió a cantar entre la gente y jugó con nosotros haciéndonos bailar como poseídos. Ahora no puedo ponerme a repasar todo el concierto, así que sólo diré una cosa: “Blues hand me down”. Absolutamente geniales.

A continuación os dejamos una selección de las mejores fotos del día. La galería completa aquí!

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Sonorama 2018

Crónica del jueves: Desvariados, Staytons, Jacobo Serra, The Morgans, Cycle, El increíble paso, Neuman, Egon Soda, Elefantes, Bunbury, Rozalén, Los Deltonos

Crónica del viernes: Tomasito, Tu otra bonita, Greenclass, La MODA, Ángel Stanich, The Grooves, L.A., Viva Suecia, Smile

Crónica del sábado: Salto, Carolina Durante, Claim, Lori Meyers, Dead Bronco, Jaime Buenaventura, Mi capitán, Sidecars, Izal, Vintage Trouble, Maga, Xoel López

Crónica del domingo: Badlands, El Meister, Cala Vento, Yogures de coco

 

SONORAMA 2018 – SÁBADO

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