GYOZA Y SKYLINES PRESENTAN Y CELEBRAN NUEVAS ÉPOCAS

gyoza

Gyoza lanza “Early Bird” y no podía haber mejor presentación que una doble noche de locura con Skylines en Moby Dick. 

Bárbara Téllez (@BbEmergentes)

Quitémonos lo primero de encima. Soy lo peor y lo sé. Esta crónica lleva atascada demasiado tiempo. Os importa un carajo si me da la vida para llevar Emergentes o no, pero dejadme que me disculpe. Han pasado cosiques, hemos lanzado un formato nuevo de entrevistas y juegos muy locos… y os voy a dejar el enlace para que entendáis por qué no he dado a basto. 

Entrevista y juegos con Hermana Furia y The Royal Flash

Skylines

Skylines jugaban en casa después de una pandemia en silencio y había ganas de verlos en directo. El lanzamiento de “Open casket party” poco antes del día D no había hecho más que calentar los ánimos. No hubo nada que impidiera mirar dentro de ese ataúd, como no hubo nada que pudiera parar el directo de los madrileños. 

Esperamos con ansia el nuevo EP, pero no pensábamos perdernos una buena fiesta en lo que acaba de cocinarse. Los Skylines tampoco, y con ese espíritu se dejaron el alma en el escenario. Siempre arriba. Un poco más, como “The fight, The Fire”. Si ahora digo que fue el tema con el que arrancaron, ¿cómo os quedáis?

skylines

Los madrileños tenían más y disfrutamos de la rabia de “Fake your own death” y del Rock de “Open Arms”. Nos dejamos romper y agitar y rompimos y agitamos con ellos. Nos tiramos por la espiral de “Head Trauma” y echamos el alma con “Fading Lights”. 

Aquella noche recuperamos algo que nos hacía falta y nos asomamos por la puerta de lo que aún no sabemos que nos hará falta. Lo antiguo y lo nuevo, junto, y sólo puedo decir: “Somehow, they managed to stay true to themselves”

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Gyoza

Después de agotar entradas para la esperada presentación de “Early Bird”, los Gyoza anunciaban un segundo pase para Moby Dick. No es de extrañar que la expectación estuviera por las nubes cuando la banda subía al escenario. 

Gyoza presentaban disco y nueva formación y lo hicieron agitando la Moby. Nos esperábamos fuerza y nos la dieron toda. Disfrutamos de temas ya míticos de la banda, pero también nos dejamos despeinar por algunos de sus cortes nuevos. 

Sintetizadores con aire espacial para “Glitch”, que se sostuvo sobre el penetrante bajo para reventar en el delirio. Los riffs afilados de “Nothin’ to be ashamed of” acompañaron los cambios de voz que marcan y alteran un tema que juega siempre a sorprender. 

gyoza

No podía faltar el primer single de este nuevo trabajo. “Veins” sonó directa e intensa. Fue el puente entre el antes y el después de “Early Bird”. Fue el sonido de Gyoza creciendo. Un concierto no es suficiente. Ahora queremos más.