La música de un colectivo que se une para llevar por el mundo las composiciones con sabor español y corazón de mujer
NATALIA CASTRO @ncastrodiez
Siete mujeres. Siete micrófonos colocados a distintas alturas y niveles, cada uno preparado para una personalidad, para una tonalidad, para una potencia y un estilo. Tres de ellas acompañadas con sus guitarras acústicas. Otras, de una guitarra y un cajón flamenco o del teclado que se acoplaba a las melodías más intimas. En definitiva, siete mujeres que unen fuerzas para demostrar que la creatividad y el talento femenino no tienen límites, y no por aquello de que ‘unidas se hace la fuerza’, si no por solidaridad y amor a una misma palabra que aúna una forma de vida: la música.
Pisando fuerte y vestidas de rojo y negro, ‘Señoritas on fire’ encendieron esta vez los focos del escenario de la madrileña Sala Galileo Galilei de Madrid, pero podría haber sido cualquier otra sala de dentro y de fuera de España.
Lo que comenzó de la mano de Natalia Vergara en Londres para dar a conocer allí la música de nuestra tierra, pronto se ha convertido en un proyecto que reúne a algunas de las grandes voces y compositoras españolas de larga trayectoria con otras que comienzan sus carreras y que, como muchas otras españolas y españoles, porque en esto del exilio involuntario no afecta el género, viven a caballo entre Londres y España.
El objetivo: “promover el talento femenino musical” y de momento ya han hecho historia al convertirse en el único colectivo de mujeres compositoras del mundo.
Esto es de lo que disfrutó el público que el pasado fin de semana ocupó las sillas del café teatro Galielo, algo que podrán, o no, volver a ver y oír aquellos que acudan a su espectáculo la próxima vez. Cada vez que se encienden las luces y aparecen estas señoritas, lo que acontece es diferente. En cada ciudad, se suma al proyecto una mujer nueva, una voz con mucho que decir y con cuadernos a sus espaldas llenos de letras y pentagramas compuestos.
Y de momento, el objetivo está cumplido. Ya han pisado fuera de España el mismo escenario que artistas tan consagrados como Amaral y Love of Lesbian, el Century Club de Londres. Músicos que comenzaron como emergentes y que ahora son algo más que emergidos.
Pero como mujeres luchadoras, no solo cantan al amor. La libertad, la independencia y la igualdad de ‘Exactamente igual que tú’ (Esmeralda Grao) y la fortaleza con canciones como ‘Resurgiendo’ (Bel) se enraízan en sus letras, en sus voces y en su forma de pisar y alzar el micrófono.
“La música es un instrumento de solidaridad. Somos mujeres que queremos cambiar este mundo”, explicaba Cristina del Valle antes de recordar a otras mujeres que también han marcado su carrera, las madres con nombres y apellidos silenciados que han perdido a sus hijas por la violencia. En esta ocasión en Ciudad Juárez (México) con la canción ‘Rescatar una Ciudad’, pero que podría ser en cualquier rincón del planeta en el que todavía no se han enterado de que las mujeres son fuertes, son señoritas pero que saben luchar.