The Crab Apples es música, baile, risas y naturalidad. Es una banda que representa una mirada de hoy con un archivo de ayer. Que juega a reírse del gris tiñéndolo de color.
🖋️y📸: Bárbara Téllez (@BbEmergentes)
The Crab Apples, Crap apples, Carapapels… Las manzanas silvestres vuelven y lo hacen con toda la fuerza y el buen humor del mundo. ¿Que la gente se hace un lío con su nombre? Se ríen en redes. ¿Que la confusión incluye el término “crap”? Lo usan para nombrar su último disco. ¿Que comparten el local de ensayo con cucharachas? Lo convierten en una crítica cargada de ironía. Así son las Crab Apples y así se han ganado el cariño de todos.
Ojo, que no todo es personal. Son músicas, no influencers, y si escribo esto es porque están inmersas en la presentación de “Crap” como debe ser: en directo.
Reel del postconcierto: The Crab Apples en 30 segundos
The Crab Apples en El Sótano
Presentaron sus temas nuevos intercalando el toque electrónico de “Me da igual” con el misterio de “Ghost”. Derrocharon energía con “System Overload” y avisaron de que el disco nuevo no da para llenar un concierto. No hay quejas, que también viene bien revivir buenos momentos recordando temas antiguos.
Nos contaron chascarrillos y me sentí como si estuviéramos de risas en su local de ensayo. Me encanta escuchar sus temas en casa, pero lo que más me gusta de verlas en directo es que me siento como en casa. Las palabras que estoy buscando son naturalidad y cercanía. No se puede pedir más.
The Crab Apples son un rombo: Laias a los dos lados repartiendo riffs afilados y bajos a la vez firmes y fluidos. Mauro al fondo, a cargo de los cimientos y Carla al frente, poniendo la voz y los “entrecanciones”.
Me he inventado esta palabra porque la necesito en muchas crónicas, pero hoy es absolutamente necesaria. Durante los temas bailé, canté y dejé que mis ojos fueran de un lado a otro. Buscando las manos responsables de ese sonido, siendo testigo de miradas y de sonrisas.
En los entrecanciones mi atención fue para Carla y su fantástica naturalidad. Para sus comentarios sobre perder el aliento enlazando canciones. Para su carilla de alegría y para el gesto que puso cuando anunció que tenían una sorpresa.
Bis
Qué fantasía de sorpresa. Las Crab Apples se despidieron tocando “Cucarachas” (aunque en su setlist ponía “Cuqui”) y Carla ocupó en el escenario con el traje más feo y divertido que he visto en la vida. Con lo que cuidan su imagen, con su juego de colores pastel y sus zapatillas gigantes… y la tía se despide vestida de cucaracha. Qué maravilla. ¿Entendéis ahora por qué me sentí como en su local de ensayo? Pues id fichando, que las Crab viven lejos, pero siempre vuelven.
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