Los Fesser presentan “Doble o nada” y lo hacen llenando una Caracol que se cantó el concierto del principio hasta el final.
Bárbara Téllez (@BbEmergentes)
“Doble o nada” es el reflejo de un cambio de fase en Los Fesser. Es una forma de tener en la mano la determinación de Billi y Peto para seguir adelante apostando lo que haya que apostar. La jugada no podía salir mejor.
Cuando hicimos la entrevista a Los Fesser hablamos de lo importante que era para ellos publicar un álbum que reflejara esta nueva etapa. Hemos ido recibiendo los singles de presentación con la calma que da saber que pronto tendríamos “Doble o nada” entre las manos y, por fin, lo tenemos. Un acontecimiento así hay que celebrarlo, y no podía ser de otra manera que con un directo de órdago.
Los Fesser y “Doble o nada”
Con la Caracol hasta la bandera, comenzaba la fiesta con “Adictos a los dos“. El tema que presentó esta nueva etapa abrió un pequeño bucle en el tiempo en el que Los Fesser revalidaron la apuesta. Si la Caracol fue testigo de la presentación de “Japón” en 2014, esta vez acogió la celebración del renacer de un proyecto que ha sabido reinventarse conservando su raíz.
Sergio Valdehita, Chus González y Álex Riquelme acompañaron a Billi y Peto en un derroche de complicidad que puso los cimientos a los temas que hemos disfrutado ya tantas veces en acústico
Disfrutamos de un directo emotivo y decidido. De temas como “Morir matando” o “Volveremos“. De “Extraordinario“, que recoge el alma más guitarrera de Los Fesser, o “Alexander Supertramp“, que es un grito de consciencia colectiva.
Tengo muchas frases guardados de estos dos temas, pero en aquel momento no pensaba en #1verso1canción. En aquel momento sólo podía cantar y absorber lo que estaba pasando. Absorber las caras de ilusión que había sobre el escenario y absorber las voces que me rodeaban y que venían con los temas nuevos estudiados. Eso vale un tesoro.
No podían faltar los clásicos y casi me parto en dos escuchando temas como “Fuertes otra vez” o “Nadie tiene miedo“. Curamos el descarnamiento con la ilusión de las nuevas etapas. “Una historia sin final” hila La Banda de Fesser con Los Fesser. Es la ruptura del amor de una banda que toma caminos diferentes, pero no se rinde. Tal vez fuera una despedida, pero no un final.
Tal vez fuera una despedida, pero no un final.
Fin de fiesta
Encaramos el final del concierto con los temas que no podían faltar. Y ya son unos cuantos, que esta banda lleva un camino recorrido. “Quédate a dormir” y “Oxidado” levantaron las manos de una Caracol que no tenía ninguna intención de marcharse temprano.
Así lo expresamos y Los Fesser respondieron con un bis de aúpa. Billi arrancó “Japón“ a piano y voz en un momento que fue un beso al pasado. Me encanta este tema, pero no me voy a enredar porque quedaba la traca y la gran guinda.
“Si la música es ruido” y “365 (agarrado)” son mucho más que temazos. Son una declaración de intenciones, un cayado al que agarrarse cuando fallan las fuerzas y necesitas recordar por qué haces lo que haces. Los Fesser hacen canciones de amor, sí, pero éste es su mensaje más potente y más constante en sus canciones. Es su sello y es especial porque lo comparten con todos los que rebosamos determinación de salir a por todas y morirnos quemados por la música. Gracias, Fesser.