ESMERALDA GRAO, SINCERIDAD Y MESTIZAJE A LAS CUERDAS DEL GUITARRISTA VICTOR INIESTA

El flamenco y el pop se unen a la perfección para cantar a los sentimientos en primera persona

NATALIA CASTRO (@ncastrodiez)

Esmeralda Grao en GalileoPop y flamenco. Flamenco y pop. En principio, dos palabras, dos estilos, dos palos, como dirían los de raza, que nada tienen que ver pero que cuando se trata de cantar con sentimiento y desde el alma de una cantautora, encuentran un centro en el que dialogar y desarrollarse. Esto es lo que ha conseguido Esmeralda Grao y lo ha demostrado una vez más en la Sala Galileo Galilei de Madrid acompañada por el guitarrista Victor Iniesta (excomponente de ‘El Bicho’).

Dicen que nadie mejor que el protagonista para contar lo vivido y eso es lo que hace esta cantante, compositora y productora: compartir sus vivencias, sus recuerdos y sus anhelos, porque sus canciones hablan de ella misma y de su vida. Tal y como dice su representante “pone siempre el máximo empeño en que se descubra todo lo que tiene que decir, todos sus empeños, todo su sentir”.

Esmeralda podría ser definida como una cantautora con dos caras. La primera la de la sinceridad. Aquella con la que navega en un estilo más pop pero con chorros de voz que cantan a temas de la vida, de la actualidad. Letras de libertad femenina, de ecología como en ‘Vuelve al Sur’, o con versos que rezan que la tierra “pide a gritos que no la circulen más con tanto ruido y tanto ritmo”. Canciones compuestas desde la experiencia en la que también hay un lugar para el amor y el desamor destacando el autoestima. “Solo has de tener fe y has de confiar, pues no habrá nadie en el mundo que te quiera más que tú mismo”, afirma en una de sus melodías. En definitiva: se muestra al público para desnudar su garganta y sus sentimientos.

Su segunda cara se presenta con un mestizaje entre lo árabe, el flamenco y el pop, donde Esmeralda Grao deja que fluya su voz entre sus raíces del sur. Como ella ha contado en algún concierto su padre era muy flamenco y por eso siente un respeto casi divino hacia el gran género musical de la cultura española. Aun así se permite jugar con él y conseguir temas como ‘Exactamente igual que tú’, ‘Volver a ser la lluvia’ o ‘Temblarás’.

No es casualidad que su primera canción explique “soy una mestiza, mezcla de sangre y amor (…) le debo a mi padre mi forma de cantar y a mi madre la voluntad”, una muestra más de desnudez sincera que explica sus orígenes y su estilo musical.

Pero el flamenco, sea puro o fusionado, no es nada sin el rasgueo de una guitarra española. Es aquí donde entra en escena Victor Iniesta. El que fuera miembro del grupo ‘El Bicho’, formación de fusión por excelencia con el que una bulería se convierte en un tango entre solos de trompetas, trombones, y percusiones que van más allá del cajón flamenco, ahora también acompaña a esta cantautora.

Y por eso, para despedirse, Iniesta se lanza con una taranta que se va a ritmo de tango con la canción ‘Temblarás’, una declaración de intenciones de una mujer que pisa fuerte a ritmos del sur. Como broche final: unos fandangos, puros, jondos e improvisados.

Todo aderezado con el toque de humor del cómico, representante y amigo de la cantautora, Ángel Rielo. Humor de Andalucía y música con sabor al sur.

COMPOEsmeralda Grao en GalileoSITORES Y ACOMPAÑANTES

Tanto Esmeralda Grao como Victor Iniesta saben lo que es trabajar en solitario como músicos y compositores pero también acompañar y trabajar a grandes del panorama musical. En el caso de Iniesta, su guitarra no solo ha sonado junto a las voces de Esmeralda y de Miguel Campello (‘El Bicho’), sino que también ha acompañado a artistas como Manolo García o sus notas se pueden oír en películas de éxito del nivel de ‘Siete mesas de billar francés’, de Gracia Querejeta, 2007.

La voz de Grao ha regalado coros en discos y directos a grandes como M-Clan, Nacho Cano, Coque Malla o Serrat. Además, forma parte de ‘Señoritas on Fire’, el único colectivo de mujeres compositoras del mundo. Un proyecto que nació para dar a conocer dentro y fuera de nuestras fronteras la música de nuestra tierra.