Combo Paradiso. Cuando se juntan 4 músicos de semejante envergadura una siente curiosidad. Cuando empiezas a escuchar temas, a verlos en programas de televisión se alimenta el hype. Si encima te los vas encontrando por Madrid y te cotillean anécdotas te mueres de ganas.
📸 y 🖋️: Bárbara Téllez (@BbEmergentes)
Así aparecí en la puerta del Teatro Príncipe Pío y así me encontré a la gente que había por allí. Porque aún no hay normalidad, pero qué gusto da encontrarnos en la cola de un concierto. Nosotros, los locos de siempre. Los músicos y los amantes de la música en directo. Los que celebramos un miércoles como si fuera un sábado.
Sobra decir que mereció la pena la dosis triple de café del día siguiente.
Virginia Maestro y Travis Birds
No se puede pedir más en la vida. Bueno, sí. Tiempo. Se puede pedir más tiempo porque los mini conciertos de Virginia Maestro y Travis Birds fueron muy cortos.
Ambas conquistaron el escenario solas, guitarra en mano y bañadas por una luz blanca que surgía de la oscuridad. Tocaron suave y cercano. Cantaron en un susurro y llenaron el teatro de complicidad. A mí me parecía que era sólo para mí. No es que haya perdido la cabeza, es que así se hace íntimo un concierto y Virginia y Travis son maestras.
Combo paradiso
No es ningún secreto que soy muy fan de los integrantes de Combo Paradiso. La hemeroteca lo atestigua. Pero Combo Paradiso no es el desparrame de Adrián Costa. No es el rollazo de Julián Maeso ni el estilazo de Alberto Anaut. Tampoco el desparpajo de Juan Zelada. Combo Paradiso es otra cosa.
Al servicio de algo más importante que ellos: las canciones.
Cuando hice el vídeo del postconcierto dije que suena algo diferente y que los reconoces a todos. Es cierto. Los puedes buscar. A veces escondidos en un arreglo del entramado y a veces en un solo. Al servicio de algo más importante que ellos: las canciones.
Concierto en Príncipe Pío
Voy a ir directa al grano. ¡Qué maravilla! Fue un concierto largo para una banda que no lleva un año junta. Me gustaría desgranar tema a tema, pero va salirme una crónica en tomos.
Dejémoslo en que Combo Paradiso es una banda para ver en directo. Para disfrutar de los cambios de dinámicas y de las miradas con las que se dan paso unos a otros. Para verlos cambiar de instrumento y jugar a adivinar quién compuso cada canción.
Disfruté como una niña desde “Tony Varado” al “Casa Lola” con el que cerraron la parranda. Fui apuntando palabras sueltas como “equilibrio”, “elegante” o “clase”. Y es que Combo Paradiso es así. A veces tranquilos, a veces animados… pero siempre con un estilazo apabullante.
Estilazo también el que se marcaron las colaboraciones. Jairo Zavala (Depedro) salió a tocar y cantar “Ensoñación”. Y yo que pensaba que no podía haber más amor musical en ese escenario. Momentos más tarde, Trinidad Jiménez endulzaba “Venga lo que venga” con su flauta. Precioso.
Subimos y bajamos aquella noche. Pusimos ojos de corazón y bailamos en la silla. Aplaudimos como cosacos pidiendo el bis y gozamos del acústico de “Los problemas crecen” con la banda en primera línea y sólo un micro ambiente.
Música desnuda, de cerca y con la camaradería de quien está con la familia. Qué más se puede pedir.
