Poco se puede decir de Ara Malikian. Poco que no se haya dicho ya, claro. Todo se sabe sobre su tremendo talento. Sobre su manera de acariciarnos el alma, con esa extensión del cuerpo que es su violín.
Kike de Serrano (@KikeDeSerrano)
Todo eso fue lo que me llevó al Wizink Center de Madrid. A mí y a los cientos de personas que hicieron que se colgara el cartel de no hay billetes en el recinto madrileño.
El músico libanés estuvo acompañado al piano del cubano Iván “Melon” Lewis, toda una garantía de éxito. La mezcla es una delicia y el público así lo atestiguó.
El concierto comenzó con la entrada de Ara Malikian al recinto tocando su violín a través de las mesas del público. Un comienzo con una carga sentimental alta que nos anticipaba el maravilloso espectáculo que íbamos a presenciar.
Aparte de música, el show tuvo sus partes de monólogo. Ara Malikian habla mucho en sus directos. Le gusta contar su historia personal e invitar al público a participar de su vida a base de intercalar graciosas anécdotas entre tema y tema.
Musicalmente es un portento. Es un escándalo disfrutar en directo de su virtuosismo al violín. Un placer para contemplar al menos una vez en la vida. Y un placer viajar por los diferentes sonidos del mundo a través de su música.
Fue todo un éxito de la organizacion y un punto diferente su escenario 360°. El Madriz Summer Festival es un festival creado de la necesidad de cultura. Necesidad que se acentúa en esta época en la que dicha cultura se encuentra continuamente asfixiada.
El Madriz Summer Fest es un claro ejemplo de respeto y adaptación al continuo baile de normas para combatir el Covid-19. La cultura, y en este caso particular, la música en directo, es segura. Y de ello, se encargan muchísimas personas que se dejan el alma para que el resto disfrutemos.
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