PAN: SOLTAR EL LASTRE Y EMPRENDER EL VUELO

Pan - Moby Dick

Pan repasa «Instrucciones para el vuelo» en Moby Dick.

🖋️: Áitor Nova (@Aitornova)
📸: Bárbara Téllez (@BbEmergentes)

Recuerdo cómo una profesora se quejaba de lo mal que lo había pasado viendo a Sting en directo. El público cantaba las canciones sin dejarla disfrutar del concierto. Un compañero le respondió que para escuchar música en tranquilidad y apreciando detalles está el disco.

Los conciertos son para colgarse del cuello del desconocido que tienes al lado y corear juntos esa canción que os emociona. Aunque el sonido no sea bueno, aunque haya errores, aunque el público no te deje escuchar.

Para mí un concierto en streaming/DVD, por muchos medios que se utilicen, nunca sustituirá a una sala. No se trata de escuchar música, se trata de lo que rodea a ello.

Ya lo comentaba @BbEmergentes en la crónica sobre La M.O.D.A., que es de esos conciertos que conectas con el resto del público durante esa hora y pico de concierto. ¿Qué ocurre cuando trasladamos ese ambiente a salas pequeñas y a géneros musicales afines?

Conciertos underground

Llevo muchos años asistiendo a conciertos de todo tipo. Eso conlleva que hay caras que se hacen familiares. Un día charlas en la barra, o al salir del concierto vais al mismo bar a tomar algo.

Pan Moby Dick

Cuando pisas conciertos underground, donde el público no suele pasar de las 50 personas, esas personas comienzan a ser amigos/as. Además, comparten contigo gusto musical. En mi caso, el rock alternativo y post-hardcore. Así, ir a un concierto en Wurlitzer o en Moby Dick significaba que me encontraría con mis amigos de los conciertos.

El último de estos conciertos fue el 7 de marzo de 2020, el concierto de Habitar la Mar. Una semana después estábamos encerrados. Un año después y unos cuantos conciertos también por medio, no había coincidido con mi grupo de amigos. Hasta que llegaron Pan.

Pan en Moby Dick

Los procesos en la vida deben tener un comienzo, pero también un final. Si no parece que hay algo que pesa por dentro. Es cierto que «Instrucciones para el vuelo», el debut de Pan, vio la luz a finales de 2018. Pero el ciclo de vida de un disco también implica darle cierre y eso no ocurrió el año pasado. Aprovechando que Moby Dick están apostando por la cultura segura, Pan han decidido darle un final digno a esas canciones que los han presentado en sociedad.

Pan Moby Dick

Conozco pocas bandas con más dinámicas que Pan. Pueden pasar de una desgarradora balada acústica al guitarreo más noventero y alternativo del planeta. El disco canaliza muy bien esas subidas y bajadas en un ritmo pensado para eso, para un álbum. Que no es el mismo ritmo que debe llevar un directo. Una canción como «Camino a Sirio» para acabar una noche en directo es extraña, te deja abajo. Sin embargo, es un cierre perfecto para el álbum. Dada la situación, con nosotros sentados en silla y quietos como en una función de teatro, Pan optaron por interpretar el álbum en el orden que fue concebido.

Pan Moby Dick

Esta era la 4.ª vez que veía a Pan en directo. He de decir que ha sido la mejor. Desde la interpretación, con Teresa dando rienda suelta a su energía y sensibilidad a partes iguales, hasta detalles como «Norte y sal». Lo disfrutamos en forma de texto recitado a cargo de Nerea Cierco. Vaya interludio.

Cómo no mencionar la original entrada/díptico con un texto de agradecimiento (se echan de menos las entradas físicas bonitas). O el compenetrado dúo Teresa/Tweety. Los acompañaban el nuevo guitarrista Marcos Holgado, miembro oficial de la banda que todavía no había podido estrenarse como tal. Y, en sustitución de Pablo (cosas de una tal pandemia) se encargó de las cuatro cuerdas un viejo conocido que ya había pasado por las filas de Pan: el omnipresente Carlos Bueno.

Pan Moby Dick

¿Musicalmente? Poco que añadir. El disco al completo, con los puntos álgidos de «Falso emperador» y «Pupila». Con ese bajar a la bella calma de «Camino a Sirio». Con ese descarte del álbum recién rescatado en plataformas digitales llamado «Arde lento». Sin duda, un broche perfecto para una noche perfecta. Ahora que ya hemos aprendido a volar con Pan, es momento de acompañarlos en la siguiente travesía por venir. Todo acaba de empezar.

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