Delaporte
La frescura inmensa de Delaporte inundaba Sonorama desde el minuto 1. La energía que desprenden es tremenda y no es de extrañar que el recinto saltara en la silla con temas como “Cariñito” o “Clap Clap”. Gozadera máxima con un repertorio que compatibiliza a la perfección una melena al viento con una interpretación nítida y precisa. ¡Que nos quiten lo bailao!