LOS 80 TOMAN MADRID CON EL “DISCO-FUNK SALVAJE” DE LA FUNDACIÓN TONY MANERO

 La histórica banda presenta ‘Superficial’ tras cinco años de un merecido descanso y casi 20 sobre los escenarios

NATALIA CASTRO (@ncastrodiez)

 

 

Mucho ha lloFundación Tony Manerovido desde que nueve músicos amantes del funk, la diversión, el espectáculo y la FIESTA escrita en mayúsculas decidieran reunirse en Barcelona en 1996. De hecho, quizá que las aceras madrileñas de la noche del jueves se mojaran no era algo casual. La Fundación Tony Manero volvía a la Sala Sol para llenarla con su “disco-funk salvaje” y presentar su última creación: ‘Superficial’ para recordar al público que el sonido de baile de los 80 nunca murió.

 

Aunque durante los últimos cinco años los miembros de la Fundación han experimentado por separado, tras casi dos décadas tocando juntos han vuelto con más fuerza que nunca. Siempre fieles a su estilo y conquistando las salas generación tras generación. Con ‘Miguelito Super Star’ y ‘Paquito Sex Machine’ a la voz, la gran familia saltó al escenario vestidos de un blanco impoluto, casi angelical y virginal, pero eso sería lo único “puro” que se desarrollaría sobre el escenario. Bajo una bola de discoteca y entre vientos feroces que ambientan a la perfección, un beat potente, y los riffs de una de las guitarras más funks de toda España, se entrelazan letras que, aunque lujuriosas y sexys, se convierten en graciosas y festivas con graves y falsetes.

Aunque la voz del ‘Sex Machine’ no estaba en su mejor momento, como el mismo reconoció: ”Tengo dos cuerdas vocales y una de ellas se ha quedado en el camerino”, la banda no decepcionó. Porque la Fundación Tony Manero no es un grupo de músicos que saben tocar bien y una voz resultona, es una banda que con solo una cuerda vocal puede gritar al aire: “¿Queréis fiesta?” y solo van a recibir una respuesta posible, porque llevan casi 20 años marcando la diferencia.

 

 

Con sus letras consiguen meter al público en un bucle de felicidad, en una nube acolchada por el teclado del sonido Hammond, con lo que también juega el jazz y el rhythm and blues, y un bajo que les obliga a bailar y que, de repente, despierta y enloquece a los presentes con un impulso vivaz de la trompeta, el saxo y el trombón.

Fundación Tony Manero“Get Down, Saturday Night. Vamos, con sentimiento”, exigían al público y este lo gritaba sin parar. Porque con la Fundación Tony Manero siempre es sábado, aunque realmente sea un jueves lluvioso. Ese día perfecto en el que ya te has olvidado del resto de la semana y que todavía no te recuerda que el lunes y su rutina te está esperando a la vuelta de la esquina. Un día que sabe a fiesta y en el que puedes encontrarte con una ‘Super Sexy Girl’ y soñar con ella, o en el que puedes subir el volumen del tocadiscos y ser tan sensual como te lo permita tu pelo funk.

 

Un día en el que por fin “tras 19 años buscando una musa descubres que la tienes a tu derecha”. Y solo es, en ese preciso instante, cuando el guitarrista de la Fundación, el señor Lalo López, se quita la camiseta, se pone una peluca blanca al estilo colonial y poseído por el espíritu de Freddie Mercury se transforma, según su propia locura, “en una reinona del funk, en el monarca, en el déspota ilustrado del funk” para cantar sin tapujos letras sexys y ligonas que solo el rey de la pista de una sala de baile de los 80 se podría permitir.

 

En definitiva: buen rollo, un ambiente que hace que te olvides que afuera lleva tiempo lloviendo, calidad, fiesta y uno de los mejores disco-funk de la escena nacional. Y no lo digo yo, lo dice el tiempo. ¿Qué más se puede pedir?