El cantautor madrileño celebró anoche que lleva diez años defendiendo sus discos junto a su guitarra con la compañía de grandes amigos
Texto: Natalia Castro (@ncastrodiez)
Fotografía: Miguel Ángel Rego
“Mejor será creer en los dragones, en grandes superhéroes invencibles. Mejor seguir soñando con leones que cazar mariposas imposibles… No dejes que te engañe un torpe adulto, prefieren que obedezcas a que ladres”.
Con estos versos dio comienzo una cita muy especial para uno de los cantautores más destacados del panorama actual. Este viernes, un hombre acostumbrado a recorrerse los cafés-teatros, bares y salas de conciertos de toda España acompañado de su guitarra, se arropó de amigos de toda la vida y de su banda para ladrar, para decir alto y con fuertes notas musicales que él sí ha alcanzado sus mariposas imposibles.
Diez años sobre las tablas de un escenario que le han permitido relatar con melodías todos sus recuerdos, vivencias y mensajes de amor. Letras en las que todos podemos vernos reflejados alguna vez en la vida si te tomas un minuto para ti mismo y para bucear entre ellas. Anoche, la Sala T-Club de Madrid (la antigua Pachá), se rindió al sonido de Luis Ramiro.
Lejos de la imagen de cantautor sentado en su banqueta de altas patas, Luis Ramiro ha sabido incorporar a sus canciones ritmos de rock and roll y pop, aunque sin caer en lo comercial. Sin dejar nunca atrás esas canciones en acústico, con el siempre impecable Marino Saiz al violín, que crean una atmosfera especial de intimidad con el público. Una relación entre él y cualquiera que esté en el foso, pero también una relación entre aquellos que han ido al concierto acompañados y viven esas canciones como si de un pase privado se tratase.
“La cercanía aporta mucho, tanto al público como a los artistas. Porque al final nos retroalimentamos”, asegura el cantautor. Y por eso, entre canción y canción no duda en hablar directamente con el público e incluso en abrir un improvisado consultorio de amor. Una simple pregunta: “¿A quién le han dejado últimamente?” Y un par de manos se levantaron entre la multitud. Desde ahí, todo muy sencillo para un hombre que dedica su vida a escribir al amor y al desamor. Preguntar delante de cientos de personas como se llaman, presentarles y emplazar a Lucia y Luis Miguel a quedar cuando acabe el concierto.
Porque Luis Ramiro sabe mucho de eso. “Canto al desamor porque soy cantautor. Tengo una ventaja”, asegura entre risas y verdades “me deja una chica y hago tres discos. Le saco provecho”.
“Seguiremos siendo eternos mientras sigamos en pie” reza una de sus canciones, y en pie y con las emociones altas mantuvo a todo el público a lo largo de 22 canciones. “Es súper bonito porque no falláis. Es un placer dar la bienvenida a los que venís por primera vez y a los que ya os conozco. Esto es un sueño que se ha cumplido”, aseguró. “Es difícil grabar un disco, pero al final todo se olvida cuando sales a un concierto y ves la sala llena”.
Y como se trataba de un cumpleaños, al escenario subieron amigos para jugar con las canciones, para intercambiar composiciones y crear versiones nunca escuchadas. Fue así como descubrimos a Cómplices y Luis Ramiro cantando ‘Mi Vecina de Enfrente’, un tema poco conocido del cantautor. Una de esas rarezas se no se encuentran en ninguno de sus cuatro discos pero que a veces canta en las reuniones más acústicas con el público de los pequeños cafés. Una letra que habla de los malos tratos y que le llevó a ganar un premio al mejor cantautor hace ya muchos años. Pero los oídos allí presentes también pudieron escuchar a Luis Ramiro entonando una de las camiones más conocidas del grupo, ‘Los Tejados’.
Uno a uno, fueron subiendo más amigos para soplar las velas y desenvolver regalos en forma de préstamos de canciones. Nacho Campillo y su mítica ‘Espaldas Mojadas’, para hacer un viaje en el tiempo y cantar canciones del pasado; pero también Mister Kilombo o Rafa Pons.
Temas más recientes como ‘El Monstruo del Armario’, ‘En Círculos’ o ‘Tonterías’. Letras antiguas que despiertan recuerdos de locura de amor como ‘Relocos y Recueros’ o ‘dos Coplas’. Canciones que nunca pueden faltar porque con solo escuchar sus primeros compases son reconocidas, como ‘Perfecta’. Pero al final, siempre historias que rozan las emociones y un toque de humor para equilibrar la balanza.
Como último regalo, uno para el público. Luis Ramiro se atreve a desenchufar su guitarra acústica, acercarse al público y cantar al descubierto ‘Un elemento inestable’. Algo que solo pueden hacer los músicos que han crecido componiendo con sus guitarras como compañeras de viaje. Sin retoques, con el alma en la voz y una púa entre los dedos.
De la soledad del silencio absoluto de la escucha, a un aplauso que abraza para darle las gracias por un concierto especial que, además de celebrar una carrera a la que se le sumarán más décadas, quedará grabado (literalmente) como un directo irrepetible.
Después de una noche así solo queda una pregunta ¿Qué será de Lucía y Luis Miguel? Como dice este cantautor con los títulos de sus canciones, puede que nazca ‘Un Amor sin Estrenar’ y, si todo sale bien, ‘Mañana nos casamos en las Vegas’.
TRACK LIST:
1 ’Mariposas Imposibles’
2 ‘Diecisiete’
3 ‘En Círculos’
4 ‘Cawboy’
5 ‘Pandora’
6 ’Esdrújulo’
7 ‘Mi Vecina de Enfrente’ (Con Cómplices)
8 ’Los Tejados’ (Con Cómplices)
9 ‘Tonterías’
10 ‘Besos de Hielo’
11 ‘Dos Coplas’
12 ‘Te Quiero y Te Odio’
13 ‘El Reloj’
14 ‘El Monstruo del Armario’ (Con Nacho Campillo)
15 ‘Espaldas Mojadas’ (Con Nacho Campillo)
16 ‘El Rey de la Pista’
17 ’Romper’
18 ‘Elemento Inestable’
19 ’Perfecta’
20 ‘Relocos y recuerdos (Con Mister Kilombo)
21 ‘Un Amor sin Estrenar’
22 ‘Mañana nos Casamos en las Vegas’ (Con Rafa Pons)
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