ARDE BOGOTÁ PRENDE FUEGO AL VERANO

Arde Bogotá

Bárbara Téllez (@BbEmergentes)

Arde Bogotá

¿Es cutre si hago juegos de palabras con fuego? En ese caso, lo siento por el título, pero es que viene muy a huevo. Es que hacía fresquete en el Push Play y se me pasó bailando. Mentira. Bueno, verdad, pero no es sólo eso. Es que llevo todo el verano con los Arde Bogotá en bucle.

Arde Bogotá y yo: El inicio

Arde Bogotá en 30 segundos
Arde Bogotá en 30 segundos

No sé cómo los conocí. Puede que Instagram o una radio de Spotify. Sé que empecé con “Antiaéreo” y que expandí a “Abajo” y “Virtud y castigo“. Curiosamente, cuando los conocí en la presentación de Sonorama me preguntaron qué temas me gustaban y me quedé en blanco. Quedando bien, que es muy mi rollo.

La primera noche en Sonorama acabé de acustiqueo con los Comandante Twin. Un tipo que acabábamos de conocer no paraba de pedir “Exoplaneta” y de cantarla cuando había algún silencio. Era su “Triple dental”, sencillamente se activaba en plan randomly.

arde bogotá sonorama

Tuve que bajar la voz un par de veces al día siguiente porque íbamos cantándola descojonados por todas partes y no parábamos de cruzarnos con los Arde Bogotá. Qué vergüenza. Las risas eran por el tío aquel de la noche anterior. La enganchada con el tema era real.

A la vuelta, en la crónica, escribí que había sido la canción del Sonorama. Lo fue, pero eso no se lo dije a ellos porque yo, ante todo, soy profesional. (Léase el sarcasmo, que voy muy de digna pero todo el mundo sabe que soy muy fan).

Arde Bogotá y yo: Donde hay confianza…

Nos volvimos a cruzar en el Festival Gigante. Ya se puede decir que en confianza. Tanta confianza que les pedí un “Arde Bogotá en 30 segundos” y los muy cabrones usaron el tiempo para cantarme “Barbra Streisand”. Vale, no era la primera vez en mi vida que me la cantaban, pero el trolleo les valió estar mi top de vídeos de 30 segundos.

Arde Bogotá en 30 segundos

¿Por qué cuento todo esto? Sencillo. Es la tercera vez que escribo sobre ellos este verano y no tengo nada nuevo que decir. Que soy fan. Ya está. Lo he dicho.

Que me invitaron al Push Play antes incluso de anunciarlo y yo eso me lo tomo como una muestra de respeto. (Gracias, Claudia. El respeto es mutuo). Y que cómo me lo iba a perder.

Venga, hagamos de esto una crónica en lugar de una recopilación de pensamientos sin sentido. Empecemos por el principio: Biuti Bambú.

Biuti Bambú en Push Play

Ahora quiero seguir con el sin sentido. ¿Está feo decir que las Biuti son viejas conocidas? Seguramente no. Todo el mundo sabe que son jóvenes y talentosas. Que cantan que da gusto. Que me pasé la tarde con ellas, que me hicieron sentir una más poniéndome brilli-brilli en la cara y que disfruto como una niña de escucharlas en directo. Les debo un artículo dentro de la sección El Enemigo.

Biuti bambu en 30 segundos
Biuti Bambú en 30 segundos

Volviendo a la crónica… ¡nueva formación! César (Yogures de coco), Roy (Playa Cuberris), Peto (Los Fesser) y Mamen (Pol3.14). Maravilla. Clara e Ichi tienen un proyecto que se sostiene solo. Da gusto escucharlas en acústico. Da gusto escucharlas cantar a capela. Pero un bolo no es un bolo sin un poco de chicha y esta banda la tiene.

Biuti Bambú

Abraza temas como “Me quiero” o “Mi mejor canción“. Te pone a bailar con “Acalorado“. Cerraron con “Madrid” y me lo canté entero. En la voz de Clara, creo. Sé que eso no te importa, ¡pero yo me divierto tanto jugando a separar las voces! Cantando con una, cantando con la otra… ¡Que me gusta a mí la gente que canta bien!

Arde Bogotá en Push Play

Hablando de gente que canta… No, no lo voy a escribir. No necesitas que te hable de la voz de Antonio porque si has escuchado a Arde Bogotá lo sabes de sobra.

Bueno, lo voy a decir. ¡Que me gusta a mí la gente que canta bien, joder! Me gusta una voz grave (será complejo de voz de pitufa). Me gusta una voz amplia y que abrace. Me gusta que rompa. Que salga de la mitad del esternón y que sea rugosa cuando lo tiene que ser, ni más ni menos.

Arde Bogotá

Me gusta a mí una banda guitarrera. Con riffs pegadizos y solos potentes. Me gusta ver a Dani colgarse la Teleca y pisar el pedal porque sé que se viene tela. Me gusta vigilar las miradas entre Pepe y Jota. Que se me vaya la vista al bajo cuando estoy embobada con las fotos. Lo noto en la boca del estómago, sosteniendo la canción y parece que me llamara.

Me gusta arrastrar la mirada al fondo y ver a Jota echarse hacia adelante. Aunque llegue tarde a la foto, me gusta verlo. Me gusta escuchar que está tocando la bate a la derecha y buscarlo entre el humo para verlo bien. Me gusta buscar a Lalo en su plataforma, siendo discreto, y verlo hacerse caras con los demás y darlo todo.

Arde Bogotá

Hay un montón de cosas que me gustan de ver en directo a Arde Bogotá. Tengo un montón de palabras de crónica del tipo “energía”, “dinámicas”, “solidez”… Sin embargo, si sólo me pudiera quedar con una lo tendría claro: canciones.

Son las canciones lo que te llevas a casa. El “Exoplaneta” que llevo cantando todo el verano. El “Dangerous” con el que calientan motores o el “Te van a hacer cambiar“, cuando Antonio se pierde entre la gente. Son las canciones y por eso voy a acabar esta crónica con mi #1verso1canción de Arde Bogotá: Irte a 571-/9A.

Arde Bogotá

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