Nos habíamos quedado con ganas de disfrutar un poco de más del ritmazo de Black Daniel’s Popcorn Makers después del #AniversarioEmergentes y no podíamos perder la oportunidad de ir a verlos a Tempo el pasado 27 de marzo. ¿Qué no decir de este grupazo? Fusionan lo mejor del Soul, el Ska y el Reggae para construir un repertorio lleno de ritmo y energía con el que es imposible no bailar. Se lo pasan genial sobre el escenario y su buen rollo se contagia e invita a todos los presentes a formar parte de la fiesta como uno más. Sencillamente genial.
Bárbara Téllez (@BbEmergentes) y Carlos Silva (@CSilva87)
Pensábamos que Madrid se había quedado vacío durante la Semana Santa pero aún quedaba mucha fiesta para los que nos hemos quedado en casa. Delber Grady y Black Daniel’s Popcorn Makers nos regalaron una noche llena de energía en la que ninguno de los presentes quedó indiferente.
Abrieron la fiesta los psicodélicos Delber Grady con un repertorio casi totalmente instrumental que mantuvo a la Tempo sin respiración. Un ritmo súper preciso, un bajo contundente y una guitarra exquisita construyeron una serie de temas que fluían entre cambios de feeling y se enlazaban unos con otros con maestría. Los firmes riffs de Íñigo se apoyaba sobre los fills de batería y el incansable ir y venir de su enérgico bajo. No sé cuánto tiempo pasó ni cuántas canciones tocaron, pero vaya grupazo y vaya concierto más poderoso!
Los Black Daniel’s Popcorn Makers abrieron con “The shortest trial”, uno de los temas insignia de su álbum debut “Firebrand of a revolution”. ¡Vaya intro! Vientos a tope de la mano de Álvaro (Peri) y Víctor, solazo de Javi a las teclas y empiezel fuego y la Tempo comenzó a vibrar al ritmo de estos 8 cracks.
Repasaron algunos de sus temas clásicos entre los que encontramos “Dissideo” o “Compliments” (momentazo de Coleti al bajo, por cierto) pero también pudimos escuchar novedades como “Beggars” o “Pastis”, que dejaron claro que los palomiteros tienen rumbo fijo a la energía y el buen rollo. Y es que si algo caracteriza un concierto de los BDPM es que hacen que te lo pases genial. Se miran, juegan y hacen teatrillo. Se están divirtiendo como enanos y hacen partícipes de su complicidad a todos los presentes.
Autor: Bárbara Téllez (BbEmergentes)
Continuaba el concierto y llegaba el momento de “The last goodbye”, otro gran tema en el que los palomiteros hacen gala de su buen rollo. Dani baila, Víctor y Peri le hacen las réplicas a las voces y entonces llega el momento del solo. Literalmente se abrió la primera fila sobre el escenario para dejar paso a Pablo “La Rubia” (guitarra) que comenzó un solazo que se empalmó con el de Carlos (guitarra también) y, finalmente, con el de Javier (teclado). En un disco estas cosas no se perciben bien, pero cómo mola verlas en directo. Todos tienen su momento en el concierto y cuando llega los demás hacen hueco para que todo el mundo pueda ver al solista. Se animan y felicitan entre ellos, disfrutan juntos con cada tema y hacen que todos los presentes se sientan parte de la fiesta. Es un lujazo.
Autor: Bárbara Téllez (BbEmergentes)
Así que ahí andábamos pasándolo genial con los BDPM cuando llegó la mitad del concierto y Dani (voz) anunció que llegaba el momento de mirar al cielo y pedir ayuda. Y así, al grito de “Rescátame Supermán”, comenzó la versión más energética y alocada de “I need a hero” que he visto jamás. Aún no sé cómo se mueven en tan poco espacio, pero tenían preparada una coreografía y miraban a un lado y a otro sincronizados. ¡Y vaya con el pedazo de showman Dani Poplar! Se cantó los arreglazos de Bonnie Tyler sin pestañear y sin dejar la guasa de la coreografía, que nos tuvo a todos locos hasta el final.
Autor: Bárbara Téllez (@BbEmergentes)
Iba quedando poco, pero aún faltaban por repasar algunas de las canciones más representativas de “Firebrand of a revolution” y comenzamos por “My only pope”, que nos puso a bailar a ritmo de reggae para luego meterle unos breaks impresionantes (cortesía de Guillermo) que transforman el tema en un funk rapidísimo que alterna con toques de groove mega pesado. La sala entera temblaba pero no tuvimos tiempo de descansar porque comenzó la intro cortada de “Your rhythm” y la locura se apoderó de un público que se coreó la canción entera. Dani, Víctor y Peri se bajaron del escenario para echarse un baile entre nosotros y Carlos (ya con las 6 cuerdas recuperadas) nos dejó un solazo de esos que quitan el hipo.
Después de un aplauso ensordecedor los chicos intentaron despedirse con un tema nuevo y tocaron “Pastis”, pero el público no los dejó marcharse sin una más y los BDPM volvieron a colgarse los instrumentos para terminar por todo lo alto. Empapada de buen rollo, la mezcla de ska y reggae de “Movin’ on” nos llenó de energía y trajo de vuelta los saltos y los bailes. De nuevo Pablo comenzó una ronda de punteos enlazados y los palomiteros elevaron la energía hasta el techo en una noche en la que todos nos alegramos de habernos quedado en Madrid.
Da gusto conocer grupos como los Black Daniel’s Popcorn Makers. Son músicos entregados y gente genial arriba y abajo del escenario. Cuando tocan es imposible estarse quieto. ¡Qué ritmazo tienen! Pero es que además aderezan el concierto de una cuidada puesta en escena llena de expresividad. No faltan los juegos de miradas entre ellos, las coreografías, los solos a muerte… Lo disfrutan profundamente y ese feeling se contagia y se propaga entre el público llenando el ambiente de buen rollo y de diversión. Voy a recuperar las frases de películas para este caso, porque los Black Daniel’s Popcorn Makers “cogen al único tío en la sala que no está alucinando y lo obligan a alucinar”. Eso es la música.
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