Lo cierto es que el Covid-19 sigue presente pero también es cierto que desgraciadamente, nos toca convivir juntos. Para ello toca ser seri@s y responsables, pero también toca vivir. Hay que hacerlo de la forma más parecida a como lo hacíamos antes.
Kike de Serrano (@KikeDeSerrano)
Dentro de esta nueva normalidad y siguiendo la línea ascendente acudí el domingo 26 de julio al reclamo del recién estrenado este año Ayutthaya Festival. Este festival, que cuenta con una oferta musical variada y una organización muy cuidada, se celebra en la localidad madrileña de Coslada. Este festi nace de la necesidad de seguir ofreciendo música dentro del raro escenario en el que nos encontramos y lo hace cumpliendo todas las medidas de seguridad e higiene reglamentarias.
Siempre es una gran noticia el nacimiento de una nueva oferta cultural. Desde Emergentes os deseamos larga vida y mucho éxito. ¿La razón por la que fui a Coslada? Rulo y la Contrabanda. Casi nada.
Rulo y la contrabanda
Rulo es uno de esos artistas que te hacen sacar pecho. Un artista que te llena el cuerpo de vida y energía, de esos que te ponen las pilas para tirar toda la semana. Y claro, es que encima se rodea de una pedazo de banda. Su inseparable Fito Garmendia, Charly Arancegui, Dani Baraldes, Quique Maravilla… El resultado es exquisito.
Es un concierto en el que todo el que pisa las tablas se deja la piel. Desde el primero hasta el último. Es lo que tiene este “basado en hechos reales”. Es lo que tiene Rulo: trabajo y verdad.
Desde el inicio hasta el fin del concierto Rulo se vacía, se entrega, se estira, se emociona… Se deja hasta la última gota de sudor y eso el público lo valora. Por eso se le quiere y se le aprecia tanto. Por su honestidad, generosidad y entrega en el escenario. Y todo esto con el calor que hizo en Coslada a la hora del concierto. 31° y con mascarilla… una maravilla.
Rulo abrió el concierto enlazando “Todavía“, “Verano del 95” y “Me gusta” y poco a poco se fue metiendo en el bolsillo a los allí asistentes. También sonaron clásicos como “Mi cenicienta“, “Por verte sonreír“, “Heridas del rock and roll“, “Polaroid“… El concierto en sí es un clásico, un precioso conjunto de canciones sacadas de las entrañas. Un imprescindible para amantes de la buena música.
Desgraciadamente no hubo soldout. Es que los precios y, en muchos casos, la prudencia y el miedo a recuperar la vida social de antes, invitan a ello. En fin, los que allí estuvimos disfrutamos del show y salimos encantados. 22 temas que nos dejaron con ganas de más. Gracias Rulo y la Contrabanda. Así da gusto volver a la normalidad.
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Carlos Sadness
