Viernes por la noche. La sala El Sol empieza a llenarse de caras, muchas conocidas y muchas nuevas, para ver la presentación del esperado disco debut de Anaheim. En el mítico camerino de El Sol los nervios se fundían con las risas y las miradas furtivas a las paredes, llenas de celebridades y próximas leyendas. Algún día otros grupos verán la marca de Anaheim y pensarán “Aquí empezó todo”.
Y todo empezó con un ritual al borde de la escalera. Manos al centro, unas palabras, un grito… y al escenario. Un rugido ansioso acompañó a los Anaheim mientras tomaban posiciones y ellos mismos lo acallaron con el ritmo preciso de “All that I got”. Paco (guitarra y voz) lideraba la banda desde el centro entre miradas de complicidad y sonrisas. El momento por fin había llegado.
Los Anaheim nos dejaron la mejor interpretación de su repertorio con tintes Rock, Folk, Blues y Soul y alguna que otra sorpresa para los seguidores más fieles. Entre otras, pudimos disfrutar de “Not dead yet”, uno de los temas que inspiraron este proyecto y que es casi una rareza, ya que no se encuentra entre los temas de “Inertia”. Lo siguió el ritmo alegre de “Cheaters”, que comenzó Nina (voz) y en el que Paco y Tino (guitarra, dobro y armónica) nos dejaron de piedra con un solo doblado que fluía sobre las notas precisas de Willy (teclado).
Para mi gusto uno de los puntos fuertes de Anaheim es que todos sus integrantes son músicos poliinstrumentistas y esto le da un aspecto muy completo y perfeccionista al conjunto. Este tipo de detalles se dejan ver en la cuidada armonía de sus coros, en el ritmo preciso de sus temas y en los solazos que se marcan; pero también nos dejan pequeñas sorpresas como que Nina y Willy intercambien la posición para acompañar “I’ll see” con piano y guitarra acústica. Un ejemplo de cómo los temas acústicos de Paco han bebido de la musicalidad del resto de componentes y han pasado a formar parte de Anaheim. Una amalgama de influencias que se funden en armonía para dar lugar a lo mejor del Folk/Rock nacional.
El setlist iba llegando al final cuando los Anaheim nos sorprendieron con una colaboración estelar. Tony de Juan subió al escenario guitarra en mano para acompañar a los chicos en “Time machine” y “Young at heart”. El momento más country de la noche desató la fiesta sobre el escenario mientras Tino acariciaba el dobro casi entre el público. Tony celebró su participación con un solazo que arrancó vítores entre los seguidores más fieles, que tantas veces han podido disfrutar de la complicidad entre Paco y Tony, y los Anaheim lo despidieron a su manera al ritmo de “You’ll walk away”. Un final por todo lo alto que fluía entre el toque psicodélico, un riff potente y la voz quebrada de Nina. El subidón del último billo quedó rematado cuando Tino enloqueció en un solo con su mejor marca personal, lleno de ímpetu y nervio. Y así, con la energía por las nubes, se marcharon.
Sabréis que en Emergentes intentamos terminar las crónicas con una frase épica de película. La primera vez que cubrimos un concierto de Anaheim quisimos “llamar a las cosas por su nombre”. Ha pasado casi un año y no podemos cambiar ni un ápice. Ellos se nutren del Rock, del Blues, del Country, del Folk y hasta del Soul y hay quien lo llamaría Americana, pero estos 6 músicos tienen un sonido propio, carácter, y no podemos hacer más que llamarlo Anaheim. ¡Enhorabuena!