DAVID CASTRO Y SU RECUERDO DUERMEN EN LAS NOCHES DE MADRID

David Castro - Café Berlín
David Castro llevaba un tiempo amenazando con temas propios y la espera del EP nos estaba volviendo de los nervios. El pasado 17 se septiembre nos reunía en el Café Berlín para presentar unos temas que ya se coreaban en un público loco de ganas. Eso no podíamos perdérnoslo.
Bárbara Téllez (@BbEmergentes)

Caía la noche y la cola del Berlín Café ardía de ganas. David Castro, al que conocíamos como cantante y guitarrista de StreetWings, presentaba su LP debut en su solitario y lo hacía rodeado de amigos y familia. Abrió solo, a guitarra y voz, con un “Prende mi llama” que hizo el silencio en la sala entera. Poco a poco fue exponiendo un repertorio lleno de letras cuidadas y ritmos suaves y desvelando sorpresas. Comenzamos con David García, que acompañó “Distancias relativas” y “Mis viejos vicios” y al que se unió la fantástica voz de Milena Brody en Turistas. Qué bonito verlos armonizar y mirarse con una sonrisa en la cara.

Los ánimos estaban por las nubes cuando subía Txetxu Altube a interpretar “Ropa nueva“, tema que publicó con Los Madison y que ya es un clásico en los acústicos que estos dos fieras hacen juntos. Da gusto ver a dos amigos tocar juntos. Da gusto verlos y da gusto recordar la complicidad que se respiraba en el Berlín. David formó parte de la presentación en solitario de Txetxu y el domingo Txetxu formó parte de la de David. Diría que cierra un poco un círculo cósmico, pero en realidad lo abre a un futuro lleno de conciertos por venir.

No podían faltar los StreetWings en esta celebración y pudimos disfrutar de las colaboraciones de Javier Celada a las flautas y de Jitka Keltie al violín, que salpicaron el repertorio de melodías dulces y colchones íntimos. Casi tengo más fotos de sonrisas que de gente tocando, pero qué bonito es verlos mirarse como bobos (no os lo toméis a mal, ya me entendéis xD). Quedaban muchas balas en la recámara y Clara Alvarado subía al escenario para disparar “Todavía puede” en un dueto que conquistó corazones. Yo no la conocía hasta entonces, pero estaré atenta porque aquel tema me supo a poco. Quiero más!

Llegaba el momento de subir un poco la intensidad y David se colgaba la Strato e invitaba a Carlos Altube (bajo) y Vicente Hervás (batería) para llenar de ritmo temazos como “Back to me” y “Up to heaven“, que acabó en una trenza entre flauta y violín que nos dejó a todos locos. “Unharmed” recuperó ese aire a noventas y a irish al que los StreetWings nos tienen enganchados y nos dejamos llevar por su ritmazo. Recibimos a Itziar Baiza con la energía por las nubes y no tuvimos más remedio que rendirnos ante la increíble intimidad deCuando mi luz parpadee. Qué maravilla.

Y de sorpresa en sorpresa, Santi Fernández, productor el EP, subía al escenario para tocar a la batería “El roce de tu abril” y “Un hueco para ti“, dos de los temas más potentes del repertorio. El violín se entrelazaba en la armonía cuando prendió la mecha del solazo de Txetxu Altube para rubricar el momento más rock por todo lo alto. Después de esto el resorte de las peticiones de bises saltó en seguida y recibimos a un David al que no le cabía la sonrisa en la cara para presentar “A contraluz, uno de los singles de este álbum debut. Los coros que se arrancaron entre las mesas del Berlín acompañaron a una banda que resplandecía y que aún tenía preparada una última sorpresa. Para “Viajera“, David Castro invitó al escenario a un hombre que desprendía orgullo de padre y ritmazo. Félix Castro cogía la pandereta entre sonrisas para celebrar un fin de concierto por todo lo alto. Tremendo.

La presentación de un proyecto nuevo siempre es emocionante, pero lo es muchísimo más cuando el concierto se convierte en una fiesta de colaboraciones. No sólo porque sea entretenidísimo a nivel musical, sino porque tienes el privilegio de disfrutar de la expresión máxima de complicidad. David Castro se rodeó de amigos que forman parte de sus canciones y que también quisieron formar parte de una noche así de especial. Habrán sido miles de horas tocando en casa, miles de miradas durante los conciertos y seguramente miles de charlas entre ellos. Y todo ello lo puedes ver en un punto en el espacio-tiempo tan breve como un concierto. Si esto no es magia, no sé yo qué es.