DE MANEL A LAS ESTRELLAS: BENVINGUTS A INVERFEST

Las palmeras de La Riviera dieron la bienvenida a Inverfest con unos Manel de lo más entusiasmat. Nos traían en volandas Per la bona gent (2019), con esa mirada socarrona que augura un montón de melocotonazos.

🖋️ : Marta González (@Martirulirita), 📸 : Bárbara Téllez (@BbEmergentes)

Manel

En las canciones de Manel pasan muchas cosas, basta un verso para que te conquisten o para que te lancen directamente al baile. Y aquella noche no estábamos dispuestos a perdernos ni uno, ni otro. Hacía 11 años de la primera vez que la banda pisó Madrid, 5 álbumes después seguimos queriéndolos como sólo esta capital sabe querer: como si fueras de aquí, de toda la vida.

De rosa y amarillo vistieron el aire espeso y Guillem nos tendía sus manos desde el borde del escenario. Como dos viejos amigos que se reencuentran, abrazábamos a Manel, comprobando que el tiempo no ha pasado en balde. Las caderas bailaron solas y nos subió “La serotonina”, con Arnau a los mandos del ritmo. Luces que se cierran sobre “Jo Competeixo” y contra mil misiles defendieron “La cançó del soldadet”.

De lo más tropical a los versos calmados más bonitos. Del baile fácil a la sonrisa pura. Así, cuando ya nos tenían exactamente donde querían surgió la esperada “Boy band”. ¿Ser cantautor? ¡Mejor, formar una boy band! Y a eso precisamente le cantan Roger, Martí, Arnau y Guillem, coreografía incluida, a la delgada línea que separa las etiquetas en la música. De ello precisamente se ríen con este temazo que no deja quieto a nadie. Si dices que no te sabes la letra… mientes.

Fin de fiesta

Manel nos enseña a tocar Les Estrelles, esas que vienen y van, que se consumen. Esas que hablan de gloria. Había que estar allí para palpar el éxito y sus mieles. Guillem, casi en susurros, daba en el clavo cuando cantaba que no sirve de mucho si no se sabe compartir. Construimos un refugio entre todos, con nuestras propias historias. Las sonrisas cómplices entre el público es la magia de un concierto de Manel.

Construimos un refugio entre todos, con nuestras propias historias

Nos temblaron las rodillas con “Sabotatge” pero aguantamos en pie, quedaba poco y no podíamos permitirnos caer ahora. Del “Boomerang” que jamás volvió y de la pegadiza “El vell music” se empapó el fin de nuestra cita.

Manel representan a todos aquellos que nos vemos arrollados por la música “de ahora” que viene pisando fuerte. Simbolizan ese sentirse raro escuchando la radio porque no sabes bien si lo contemporáneo te esta pasando por encima o, simplemente, te cuesta modernizarte. Abren la puerta a jugar con la música y a saber ver más el fondo que el envoltorio.

Decía Ángel Carmona, en la última entrevista que les hizo, que este último trabajo vive en el presente, mira al futuro, pero también tiene una raíz con lo mejor del pasado. Beben del indie y del pop, pero miran la escena actual y se lanzan a hacer cambios sin apartarse de su propia senda, ni perder de vista sus orígenes.

En medio de tanta gente coreando y bailando, aflora lo importante que es una noche como ésta. Nos demuestran que la cultura nos une pase lo que pase, se cante cómo se cante.

Manel siempre guarda una puerta abierta, per la bona gent.