ches del Botánico, pero daba igual. Viva Suecia son energía. Son la mirada de cazador y el salto a cuchillo y así lo gozamos nosotros. Pasé su concierto cantando de silla a silla. Dejándolo todo fuera para disfrutar ese momento de complicidad, de “Bien por ti” y “Amar el conflicto”. Del festival que necesitaba.
