DuMMie PRESENTA “UN JARDINERO EN LA ANTÁRTIDA”

El pasado 26 de Abril DuMMie presentó en la sala Clamores su primer álbum “Un jardinero en la Antártida”, un disco a medio camino entre el  Jazz y el Pop que supone toda una declaración de intenciones. Grabado en sólo 3 días en El Náutico (O Grove), todo el álbum ha sido documentado en vídeo y publicado semanalmente en su canal de YouTube, lo que facilitó enormemente la participación del público en el concierto de presentación. Además, han contado con colaboraciones de lujo entre los que podréis encontrar a Aurora García, Litus, Verónica Ferreiro, Miky Molina o Andrea Gato.
En cuanto al concierto, ¿qué destacar? ¡¡Que no destacar!! Los DuMMie se presentaron como cuarteto en un formato sencillo y sin artificios. DuMMie al desnudo para presentar este proyecto desde su raíz y demostrar que la sencillez no implica simpleza. Vimos gran variedad de influencias y fuimos partícipes de su forma de entender la música como un arte lleno de matices y ritmos. Los DuMMie se mueven como pez en el agua en este campo y manejan  a la perfección el juego de dinámicas que mece sus temas entre la calma y la pasión.

Se apagan las luces en la sala Clamores y salen al escenario Alejandro, Goiko, David y Óscar para presentar su primer LP “Un jardinero en la Antártida”.  Sonaron las primeras notas del fliscorno de Álex  para abrir el concierto mientras nos acomodábamos para disfrutar de un concierto harto esperado. El ritmo juguetón de “Desierto sin arena” inauguró la noche y preparó los ánimos para “Shok Postraumático”. Punteo de contrabajo de la mano de Óscar sobre notas picadas al piano para introducir uno de los temas más animados del disco. Los chicos rubricaron el tema con un impresionante brake de Goiko seguido de un fantástico solo de piano.  Desde abajo se vivía el entusiasmo y el público cantó y aplaudió hasta rabiar. Nos habían conquistado con sólo tres canciones y aunque  no lo sabíamos aún quedaba lo mejor.

DuMMie en Clamores

El piano de David nos sacó del sueño y de repente nos vimos planeando al ritmo de “Tengo”, uno de los temas más evocadores de la banda. Para entonces la Clamores ya había caído rendida ante el cuarteto y Álex se adelantó para agradecer nuestra presencia allí y presentar a la banda. Habló de la grabación del disco, de las prisas y de la calma y nos introdujo en “Golpe de Efecto”.  Las manos de Goiko nos condujeron sobre el ritmo de uno de los temas que aún no conocíamos para hacernos con él como uno más. Siguieron las novedades y el ritmo de “Viaje a ninguna parte” nos envolvió por completo. Los DuMMie nos sostuvieron en vilo para bajar el ritmo en el estribillo y llevarnos a su plano más íntimo, donde nos dejamos llevar por la trompeta y la voz suaves de Álex.

DuMMie en Clamores

Comenzó entonces la intro del tema con el que presentaron “Un jardinero en la Antártida”. Una melodía familiar que no puedes ubicar hasta que las primeras palabras de “A este lado del río” nos recordaron el que fue el primer tema que DuMMie publicó en Internet. Su ritmo pausado y la línea de contrabajo se nos metieron bajo el pecho y no pudimos evitar tararear, mecidos por los fantásticos cambios de intensidad. Un toque de RnB contemporáneo que los DuMMie arroparon con un solo de piano espectacular y del fliscornio de Álex, que cerró el tema con un toque melancólico e íntimo.

DuMMie en Clamores

 

El pulso de David nos devolvió a la realidad cuando comenzó “Cuatro horas”, donde los DuMMie dejaron patente su calidad técnica gestionando a la perfección  una serie de cambios de ritmo que mantuvieron al público en vilo hasta la última nota. Nos tenían donde querían cuando sonaron las primeras notas de “El día en que vivimos”, un tema de corte más rápido dominado por un piano picado en la estrofa y un estribillo melódico altamente pegadizo.

Los aplausos se tragaron la sala Clamores cuando terminaron y Álex agradeció la confianza de los amigos que han aportado la colaboración económica que ha hecho posible el disco y anunció que estaban cerca del final. Esta última no era una gran noticia, pero se nos pasó con las primeras notas de “Huele a café”. Una intro a piano y voz en la que la batería y el contrabajo se funden para dar lugar a la balada del disco. Las voces de Álex y Óscar nos mecieron una y otra vez durante el estribillo para acabar con las últimas teclas de David y empalmar con “Nadie tiene culpa de nada”. Momentazo de Goiko que nos dejó de piedra con su ritmo súper preciso mientras los demás chicos dibujaban sobre él.

DuMMie en Clamores

Comenzó entonces “Bueu”, que los asistentes reconocieron al instante y acompañaron con sus “mmmm” mientras los chicos disfrutaban de la acogida. Aurora García y Verónica Ferreiro, que han participado en la grabación de “Un jardinero en la Antártida” aportando sus voces a los coros, armonizaron las voces del público creando una atmósfera mágica entre músicos y cantantes improvisados, que durante un instante nos sentimos parte de la música de DuMMie.

DuMMie en Clamores

 

 

El cuarteto salió del escenario pero el público no les dejó descanso. Salieron de nuevo entre aplausos para pedir que acompañáramos con palmas la intro de piano de “No sale a cuenta”.  Un blues de pulso lento que los DuMMie bordaron con un juego de dinámicas en el que  el subidón del estribillo siempre ganaba la partida. Para el final se reservaron un solazo de piano de la mano de David acompañado de la voz rota de Álex en una subida de inensidad espectacular. Efectivamente, estos chicos sí salen a cuenta.

Se despidieron una última vez antes de agradecer de nuevo nuestro apoyo y bromear sobre el dinero que deben a los amigos. Aplausos, aplausos, aplausos y pudimos escuchar las primeras notas de uno de los temas más esperados de la noche. “Enero” nos meció arropados por el pulso de Goiko y Óscar y la melodía que Álex y David dibujaban sobre él. De nuevo los coros improvisados apoyaron la voz aireada de Álex envolviendo la sala en un halo mágico. Los DuMMie nos dejaron disfrutar de la intimidad y nos sorprendieron con pequeñas variaciones sobre el tema original para acabar con un suave fade out y una nueva subida que, inevitablemente, tenía que bajar. Se había terminado.

 

Salimos de Clamores todavía un poco tocados. Yo no soy una gran aficionada al Jazz, pero tengo que reconocer que DuMMie me ha conquistado. No sólo son grandes músicos a nivel técnico, si no que han sabido traer la belleza del Jazz a los oídos desentrenados como el mío. Definitivamente, DuMMie es el ejemplo perfecto de que “la música, la auténtica música, te elige a ti. En tu coche, o a solas, con los cascos, con esos puentes y los coros de ángeles en el cerebro.”

 

 

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