XOEL LÓPEZ ALCANZA LA PLAYA

Xoel López soñaba con poder alcanzar la playa y el pasado 27 de octubre cerró la gira Paramales sintiendo tierra seca tras la arena mojada. Ofreció un concierto repleto de ritmo y de melodías superpuestas, con esa clase y ese estilo tan de entre mundos y tan de Xoel. Pura magia sobre un escenario que acogió un repertorio con tintes indie intercalados con ritmos pesados y un toque de psicodelia, todo ello liderado por el carisma arrollador de Xoel López.
Bárbara Téllez (@BbEmergentes)

Abrió la noche Bambikina, que nos dejó lo mejor de su acústico, con ese poso americano y esas letras sinceras. De rancheras a ritmos de inspiración folk, Esther Méndez desarrolló un repertorio fresco y dulce y lo rubricó de notas sostenidas y ese twang que le da el color tan suyo. Homenaje a Chavela Vargas incluído, Bambikina se metió a la sala en el bolsillo con su propuesta auténtica y su atmósfera envolvente. Si a guitarra y voz se ganó a La Riviera entera, qué podrá hacer con toda la banda. Me muero por verlo.

Xoel López - La Riviera

Se fué Esther, había nervios y, ya antes de que se encendieran las luces, un aplauso recorría la sala con cada movimiento sobre el escenario. El silencio lo rompió “Patagonia”, arropado por las voces de una Riviera emocionada. No era para menos, había muchas ganas y muchos versos atrancados en las gargantas de un público que se resistía a dejar sola a la precisa voz de Xoel López. Así andábamos cuando Madrid entero cantó en gallego al son de la dulce “A serea e o mariñeiro” para después dejarse mecer por los coros de “Caracoles”.

Se sucedió una colección de canciones que nos envolvió con sus pictóricas letras y nos atravesó con una instrumentación cuidada y detallista. Desde la pesada presencia rítmica de “Un año más”, con ese solo de guitarra que sacó el lado más potente de Xoel, al delicado toque folclórico de “Hombre de ninguna parte”, esta banda conquistó la sala a base de cuidados juegos de intensidad.

Esta banda conquistó la sala a base de cuidados juegos de intensidad

 

El ambiente estaba en lo más alto para celebrar las primeras notas de “Todo lo que merezcas”, alucinar con el registro de Xoel en “Yo vi un hombre desaparecer” y dejarnos llevar por las castañuelas y la flauta a través de la suave melancolía de “Por el viejo barrio”, que acabó explotando en un final de escándalo. La subida de intensidad de  “Laberinto”, con ese ritmo a la contra, nos devolvió a la realidad y acabamos bailando y cantando sobre los silbidos de “Caballero”.

Entre los momentos más especiales destaca la dedicatoria a Ángel Luján de “Sol de agua”, tema que recogerá el tercer disco de Xoel López y en el que de nuevo contará con la participación del productor. Y de sorpresa en sorpresa llegó el momento para  la colaboración de la noche: Miguel Rivera (Maga), que se plantó un “Ver en la oscuridad” a dueto para enmarcar.

Xoel López - La Riviera

 

Seguía la fiesta de contrastes y flotamos sobre la dulce “Almas del Norte para después sumergirnos en el grueso sonido de “El asaltante de estaciones”, que sacó a relucir uno de los lados más potentes de esta banda. Desde los juegos de luces acompañando a los coros al final de infarto de guitarra y hammond, pasando solo de batería a cargo de Miguel Benito, este tema nos mantuvo con la energía por las nubes. Volvimos a poner los pies en el suelo conTierra”, que se irguió despacio sobre el bajo de Iván González (Chapo) para dejarse agitar suavemente por los shakers y sacudir el murmullo que recorría La Riviera hasta convertirlo en una ola de energía.

Los ánimos por las nubes y nos pusieron a bailar con “Ningún hombre, ningún lugar” y “De piedras y arena mojada”, que nos hizo caminar de puntillas sobre el guitalele de Lola Garrido para acabar dando pie a un “In the jungle” que dibujó las sonrisas de toda la sala. Las primeras notas de “Ojalá” despertaron un murmullo de sorpresa y Xoel se tomó su momento para despedir este concierto con los versos que poco antes habían provocado un susurro entre los nerviosos asistentes.

Xoel López - La Riviera

 

 

La vuelta no se hizo esperar, y lo hizo en forma de magia. Lola y Xoel se cantaron “La casa hace ruido” en un solo micro, acompañados de guitarra y castañuelas e hicieron el silencio en la sala. Con las emociones a flor de piel, empezó “Historia universal (el amor no es lo que piensas)”, que sacó su lado más soul y puso a todos los músicos a bailar y nos volvió locos con sus juegos de intensidad. Un fin de fiesta en lo más alto para despedir una gira que abre la puerta a una nueva aventura.

Nos marchamos de allí con el corazón en un puño y la sonrisa grabada. Escuchar estos temas en casa te hace soñar, pero sentirlos en directo es otro nivel. Es ver en primera línea esa riqueza estilística que adorna y sustenta los temas e Xoel López, es disfrutar de los instrumentos que entran y salen y cantarle las letras a él y que él te las cante a ti. Porque desde el falsete más delicado al solo más cañero, Xoel te hace cómplice de un sueño y de una historia.
Xoel López - La Riviera
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