Grandes invitados, temazos y conexión total con un público entregado. Ingredientes perfectos para cerrar el triplete de Depedro en la mítica Galileo Galilei. A Xoel López o Fuel Fandango les han tomado el relevo este viernes 5 de diciembre, entre otros, Vetusta Morla y Bernard Fanning.
Texto: Xosé Lourido Vazquez (@xlourido)
Fotografía: Mónica Arévalo (@clep82)
Fue el australiano, compañero de Jairo en mil batallas, el que abrió la veda, y lo hizo en solitario diez minutos antes de la hora prevista. “He viajado mucho para estar con vosotros. Desde Arturo Soria. Siete paradas. Siete!” Las carcajadas en la sala fueron la prueba de que se había metido en el bolsillo a una audiencia que, en ese momento, estaba empezando a llenar la pista. Éxitos de su antiguo grupo (Powderfinger), clásicos de los 60, temas de su último álbum y otros como Yesterday’s Gone o la emotiva Departures … todos ellos pasaron por la voz, la guitarra y la armónica de un Bernard que demostró una gran variedad de registros, pasando fácilmente de un folk-rock con esencias de country a un rock acústico mucho más convencional. Para sus dos últimas canciones, haría las veces de anfitrión para que su amigo dipedrou y su banda, que recibieron su primera ovación de la noche, le acompañaran, con Jairo tanto a los coros como a la guitarra.
Fue entonces cuando llegó el primero de los invitados o, mejor dicho, cuando se nos presentó, ya que llevaba ya varios minutos sobre las tablas: Lucas Álvarez: teclado, guitarrista y casi hombre orquesta de la noche, rindiendo homenaje a la capital con el tema Madrid de su banda Pez Mago. El rumor sobre los siguientes invitados comenzaba a expandirse como la pólvora entre la multitud pero, antes de nada, tuvimos tiempo de disfrutar de una desenfadada versión de Blister in the Sun, mientras rasgaban como locos las cuerdas de sus guitarras sobre la escena.
Y, tras esto, llegó el
En este momento Jairo introduce a un nuevo invitado, Héctor Rojo, contrabajo ex de La Vacazul para acompañar con El pescador. Llega un generoso bis, que empieza con Miguelito, un tema muy pedido durante toda la noche y que la sala escuchó ensimismada, prácticamente entre susurros. Posteriormente Pucho vuelve a escena para cantar a dúo con Jairo Diciembre y, casi al final de la canción, se reúnen en el escenario la banda con casi todos los invitados de la noche, haciendo presagiar un final grupal, que llegaría con Comanche, tema totalmente bailable para cerrar el concierto.
La despedida final fue absolutamente teatral, como no podía ser de otra manera con semejante elenco de actores. Depedro (y los suyos) se han ganado a la Galileo. Y es una de esas victorias que dan prestigio.