Sidonie despedía la gira “El peor grupo del mundo” y para despedirla convocaron una fiesta por todo lo alto en el WiZink Center. Su energía, los coros que rebotaban por toda la cancha de baloncesto y las ganas de bailar se nos metieron en el cuerpo y llegados a ese punto… quién quiere parar?
Bárbara Téllez (@BbEmergentes)
Abrieron la noche los tremendos Rufus T. Firefly descargando lo mejor de un repertorio que ha ido conquistando bastiones concierto a concierto. Este proyecto se levanta sobre una base rítmica sólida y despliega un imaginario de sonidos y de palabras que invita a abstraerse. Los ves mirarse de lado a lado del escenario y sabes que van con todo, te dejas llevar por la música y toda la imagen flashea ante tus ojos con golpes de cuerpo y movimientos de pelo y te sientes inmerso en su universo.
Es imposible no comentar que el Señor Víctor Cabezuelo tocó con un dedo roto. Y lo llamo Señor porque hay que tener valor para subirse al escenario del WiZink sujetando la SG con 4 dedos, pero hay que tener clase para hacerlo así de bien. Me hubiera gustado grabar los solos para compararlos con otros directos y ver qué cambió para que no se notara. Puestos a pedir, me hubiera gustado pasar todo el concierto en el foso para haberme podido parar a mirarlo bien y explicarme cómo llegaba a los bendings sin tocar las cuerdas con la venda. Y, ya que estamos, verlos a ellos. Tres temas son pocos y, si acabé repitiendo con ellos en Sonorama, es por algo.
Con las emociones a flor de piel en la cancha, Sidonie invadían el escenario corriendo por la pasarela y levantando pasiones. “Os queremos” los trajo al frente de la acción y los dejó rodeando la batería de Axel Pi en una pequeña reunión preconcierto que avisaba de la que se nos venía encima. Disfrutamos de temazos como “Nuestro baile del viernes” o “Yo soy la crema”, que añadió el toque picante a la noche. Como viene siendo ya tradición en los directos de los Sidonie, invitaron a Mikel (Izal) a homenajear a Supersubmarina con “LN Granada” y el WiZink entero se derritió en unos coros que crearon una atmósfera nueva entre las cortinas del Palacio.
No podía faltar un momento con Sidonie al desnudo y los catalanes se situaron sobre la pasarela para tocar “Por ti” o “Giraluna” con un enfoque más íntimo. Pasado el ojo del huracán, volvían los vientos desbocados y las miradas entre Marc y Jes daban pie a la energía descarada de Sidonie.
Invitaron a los Rufus a salpicar la psicodelia de “El bosque” y engalanarlo con un momentazo en forma de duelo de guitarras en el mismo pasillo, casi entre nosotros. Se despidieron con “Carreteras infinitas” como homenaje a la música española. Tocaron corazoncitos con este repertorio y a estas alturas el público había cambiado la entrega por la emoción y cantaba desatado.
Los nervios en la sala no tardaron en provocar las peticiones de bis y los Sidonie salían de nuevo al escenario para “El incendio“, “Un día de mierda” y la apoteosis de “Estáis aquí“, que volvió loco al WiZink entero y que supuso la despedida perfecta para la etapa “El peor grupo del mundo”.
A continuación os dejamos una selección de las mejores fotos. Para ver la galería completa clicka aquí.
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