ANAHEIM... SING TO ME, I'M DYING

Anaheim viene con álbum nuevo bajo el brazo y lo hace con la energía y el buen gusto que los caracteriza. La cita era obligada y las ganas de quedarse eternamente fueron inevitables.

Bárbara Téllez (@BbEmergentes)

No es ningún secreto que yo tengo algo con Anaheim. Llamadme nostálgica si queréis, pero la primera banda emergente de la que me enamoré fue Inanout, antiguo proyecto de Paco López y Gabi Planas. Igual por eso me gustó tanto el final del concierto. Pero no adelantemos acontecimientos.

Anaheim

Anaheim nació de las canciones que Paco trajo de Los Ángeles. La primera crónica que escribí sobre ellos data de 2013. Acababa de poner en marcha la web. Un año más tarde entrevisté a Paco y a Willie en el Parque París. Sentados en el suelo, con la confianza que dan muchas noches de concierto y muchas jams.

Fui su fotógrafa en la presentación de “Inertia” en la sala El Sol. Qué recuerdos. Por último, hace un par de años me lo gocé como una niña en el concierto de Anaheim del Berlín Café.

Esta crónica la iba a escribir Marta González, pero me ha salido la vena nostálgica y me la ha dejado a mí. Ahora me planto delante del ordenador y no sé qué contaros que no haya contado ya.

Presentación de “Anaheim” en El Sol

Anaheim es energía y emoción. Es Rock con ese toque bluesero y sureño que tanto me gusta. Con esos solos de infarto y esas armonías de voces que calan hondo. Anaheim suena al entusiasmo que tenía con 20. A perseguir sombras sobre el escenario con la mirada fija y una sonrisa en la cara.

Con esos solos de infarto y esas armonías de voces que calan hondo

El jueves pasado en El Sol volví a perseguirlos y a sonreír. Quería disfrutarlo y antes de empezar a trabajar me hice un regalo y canté “Scar” como si no hubiera nadie más allí. Qué le voy a hacer si yo siempre voy “walking down the line”.

Después llego el momento de descubrir en directo maravillas como “Going down” o “Take the money“. Viajé en el tiempo. En serio. Mira que he visto a estos músicos tocar juntos. En mil combinaciones y con mil temas. Pero cuando tocan los temas de Anaheim me suena al principio de todo (o, al menos, al mío).

Complicidad

Disfruté como una enana de los temas nuevos. De su energía y sus juegos de dinámicas. De la complicidad que hay entre ellos. Se me iban los ojos a las miradas que se echaban Paco y Nina. A los abrazos con las colaboraciones. Qué bonito es cuando las bandas las forman amigos y qué bonito es cuando los amigos se expanden y se visitan. Cómo me gustó volver a ver a Jose Nortes tocando y qué gozada el pedal steel de Pere Mallén.

Me dejé llevar por el fino golpe de Kutu, por el groove de Josele. Soñé flotando sobre las teclas de Willie.

Se paró el tiempo en los solos de Tino. Creo que fue en “Out of here” que casi muero. No podía ni tomar notas. Caí KO. Sin embargo, y a pesar de todo, ese no fue mi momento favorito. Ya vamos llegando.

Bis

Se despidieron con un trío de canciones que bien merecía soltar la cámara y disfrutar de la música. “El día” (compuesto por Tino para Lebowsky y cantado por él para esta ocasión) hizo el silencio en El Sol. Después, “From Hank to Hendrix“, de Neil Young, recuperó el espíritu más agradecido de una banda que sabe quién es y de donde viene.

Entonces llegó el final y “Young at heart” puso a Paco y a Gabi Planas a tocar mano a mano. Se reían lado a lado del micro que compartían. Se convirtieron en una especie de centro de gravedad que atraía a todos los músicos presentes a compartir el momento. Qué grande.

Qué bailes, qué coros y que sonrisas me eché. Si señores, mi momento favorito del concierto fue ese. El momento en que brindó por los temas nuevos con un guiño al principio de todo. Fue un bucle en el tiempo. Un beso al pasado antes de caminar hacia adelante.

Pues yo hoy brindo porque haya muchos momentos más así. Por celebrar los pasos avanzados con los amigos con los que comenzó el viaje. Porque sigáis creciendo y por estar ahí para verlo. Muchas veces, Anaheim.

“It’s Rock and Roll solution, baby. Exactly what you neeeeed”