Morgan…. Uno vuelve siempre a las bandas con las que amó la música. Por eso volvemos siempre a ciertos nombres, salas, citas…
🖋️ : Marta González (@Martirulirita), 📸 : Bárbara Téllez (@BbEmergentes)
Hablar de Morgan es hablar de todo eso que nos pasa por dentro y que sólo ellos saben poner sobre la mesa. Para agradecérselo, acudimos a La Riviera a despedir “Air” como se merece. Un homenaje sincero a todo este tiempo de trabajo, concentrado en canciones perfectamente hiladas y en un sold out de manos en el aire.
Empieza la fiesta
Luces claras y nitidez para arrancar con el más íntimo de los momentos: una cover de “Honey, come home” de The Head and the heart. Guitarra y voz, nos erizaron la piel nada más empezar. Tras la caída de los focos azules de La Riviera, la batería anunciaba “Cold” con pasos de gigante. Y con ella el estallido de Morgan. Con su formación habitual no sólo se despidieron de su último disco, además nos pusieron en las manos un pedazo de todo su recorrido. Iban a llevarnos de la mano por su historia. De la Moby Dick a El Sol, de la Joy Eslava al Sonorama, y del Circo Price a dos noches de Riviera.
Estábamos al inicio del camino. Durante la gira de “North”, tocaban esa misma cover antes de salir y tras este guiño se sucedieron sus temas. Entrelazaron sus dedos con los nuestros y paseamos sobre “Cheesecake”.
Nos cantaron “Work” mirándonos directamente a los ojos. Y nos sacaron a bailar en un giro inesperado. No dejaré de mencionar “Home”, ni el abrazo que supone. Es obligatorio pararse a disfrutarla, apretar los labios temblorosos, cerrar los ojos y dejar que cale hondo. Se volvió a iluminar La Riviera sólo para dejar al descubierto sonrisas llenas de emoción.
La cover de “Unknown Legend” de Neil Young marcaba el segundo asalto de la noche. Era el turno de “Air”. Volamos alto y libres.
Encontrar ese lugar en el que descansar de todo lo que pesa es encontrarse con “Planet Earth”. Apretamos fuerte las manos ante “Sargento de Hierro”. Cada nota de ese piano se te mete en los huesos y en las lágrimas, arrasando con todo.
No perdimos tampoco la oportunidad del baile, como bien reivindica Nina “hasta para aquellos que no sabemos bailar”. De lo más funky-jazz de la noche surgió “Another Road (Getting´Ready)”, con sus ya clásicas salpicaduras de “Lose Yourself to Dance” de Daft Punk.
Sencillamente, Morgan
La complicidad fue más que absoluta. Si os fijáis bien, sólo las bandas que llegan de verdad se miran así cuando tocan. Entre el bullicio del público y la música, hallan un momento en el que conectan y el resto se evapora. Asistir a eso es una de las suertes de vivir la música en directo. De vivirlos a ellos en directo. Fue un p* sueño, y fue real.
Fue un p* sueño, y fue real.
Morgan se ha convertido en un talismán casi sin querer, pero por méritos propios. Como ocurre en las historias más bonitas, sin grandes artificios.
Habrá otros conciertos después y otras pasiones, pero ningún amor es como Morgan. Y ninguna noche será como la de esta Riviera.
Os esperamos, Keep on driving.
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